Lana de roca
Se trata de un material que procede de piedra volcánica, tiene una estructura fibrosa que permite su insuflado, es resistente a la humedad, al fuego y a la corrupción del producto.
En su interior contiene aire seco, lo que hace que actúe como obstáculo en las transmisiones de calor, aisla tanto de temperaturas bajas como altas.
También sirve como aislante acústico, amortigua y absorbe los sonidos.
El material no es combustible, es una protección pasiva contra el fuego, resiste temperaturas superiores a 1000ºC.
La aplicación de este material crea una barrera frente al fuego, lo que aporta una protección extra, tanto para tu casa como para tu familia.
El aislamiento con este tipo de material es sinónimo de seguridad en nuestro hogar, lo que nos proporciona unos minutos extras en caso de incendio y no emite los temidos humos tóxicos.
Nos ayuda a reducir el gasto en la electricidad y la calefacción, es un material muy duradero y reduce el contraste de temperaturas, lo cual elimina la formación de condensaciones y alivia los síntomas de las personas con alergias.



